PARTE 6
Lo que piensa tu amiga
Mi amiga es una histérica, pareciera que nada ni nadie le cae bien. Tiene todo lo que puede pedirse: es linda, simpática, buena gente, querida, deseada, anhelada, calientapabas, encarada. Ya tuvo varios novios, pero siempre se pelea por cuestión de celos o por planteos deterministas como "el football o yo", nunca te negocia nada, es "el mundo o ella", y a veces la muuuuy yegua hace que la elijan a ella. Ha salido con deportistas, artistas, estudiantes, profesionales, empresarios, padres, abuelos, amebas y drogadictos, pero con ninguno le ha funcionado. No obstante a ello con Daniel, El Ex todo iba a ser diferente. ¿Acaso quieren saber cómo fue lo de Daniel El Ex? Bueno, cuento.
Resulta que se conocieron en el Colegio, eran los dos escoltas de la bandera de ceremonias, eran los más inteligentes del curso, eran Carls Einstein y Mamá Bouvary. Entre acto y acto del Colegio se fueron conociendo, amigando... enamorando. Rápidamente se convirtieron en los tortolitos nerds más famosos de la escuela. Uno le sacaba la raíz cuadrada y el otro le daba la potencia, uno le hacía el ácido y el otro se lo sulfataba, hasta hacían las pruebas de a dos (bueno, sí, admito, en estos casos los profesores solían llamarles la atención, pero como solían ser los preferidos nunca eran castigados).
No voy a decir que durante esos tiempos yo no me sentí dejada, abadonada y hasta relegada. Como toda persona a la que dejan de lado sin piedad. De repente se olvidó de todo lo que vivimos juntas para irse con una persona que recién conocía, esa persona que de repente empezó a ocupar mi lugar. ¿Me van a decir que nunca les pasó? Y seguro que en ese momento dijeron: "Si ella es feliz yo soy feliz"... jajaja, hipócritas.
Para que se den una idea les cuento una anécdota: era 25 de mayo y estábamos realizando la celebración del acto patrio. Cuando entró la bandera de ceremonia ellos iban como primer y segundo escolta, uno al lado del otro bien vestidos, perfumados y con el toque de maquillaje perfecto. Y fue en esa situación que se confundieron, se tomaron la mano y creyeron estar camino al altar para hacer el intercambio de sortijas... era una boda perfecta, se veía tan real y apasionante, el colegio entero rompio en un suspiro, fue tan, tan, tan... patético, que al rato comenzaron los murmullos, la risa y los gritos de la directora.
Terminado el colegio empezaron la misma facultad: Diseño de Indumentaria. Muchos creímos que no era LA carrera para gente tan capaz como ellos, pero con el tiempo nos demostraron que habían nacido para diseñar. Yo los imaginaba como la versión heterosexual de Dolce & Gabbana. Él hacía la ropa de mujer y ella la ropa de hombre; y fue justo ese detalle lo que no fue funcional a la pareja. Cuando empezaron las materias prácticas empezaron los planteos: "Le hiciste la misma pollera que a mi", "Se lo hiciste con el bulto apretado", "Le remarcaste la cola", "Le pediste que se saque la pulsera", "Le pediste que se corra", "Le dijiste gracias"... En fin, como verán los planteos fueron cada vez más ridículos, pero las discuciones eran aún más fuertes y duraderas.
A pesar de ello siguieron siendo felices y empachándose con perdices hasta que llegó el Día D. Fue un día de lluvia, ella venía de la depiladora en colectivo, se había tomado el 114 como siempre, él la iba a estar esperando en la parada. Todo estaba planeado a la perfección, solo una cosa podía fallar... y falló, Laura no se hizo las axilas y salió unos minutos antes, los minutos suficientes para verlo a él salir de una farmacia con... ¡un test de embarazo! Nunca se bajó del colectivo y desde ese día que los rincones húmedos son su lugar favorito.
Así es la historia de Laura contada por Paula, ahora veremos cómo logra Lau ordenar sus prioridades! Daniel o Pablo?
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