12.4.12

DANIEL, EL EX, UNA HISTORIA DE CONFLICTOS 2.0

PARTE 4

Capitulo homenaje

Ya llegada al centro. Susana siempre le hacía los viajes más amenos y express. Sin embargo había una rareza, Susana nunca se bajaba antes que Paula y nunca era claro a dónde iba. Pero eso no importaba, tampoco eran íntimas amigas como para que a Paula le preocupase. Siempre hablaban de lo mismo: ropa, mundo, tele, teatro, marcas, series, chongos y cuando quedaba algo de tiempo un poco de cine y horoscopología.

Media cuadra más allá la esperaba Laura. Un estruendoso saludo, preguntas de compromiso, indesición de a dónde ir y al rato caminaban por la misma cuadra de siempre, para ver los mismos negocios de siempre. No había ninguna liquidación y el cambio de temporada había sido un mes atras, poco iban a importar las vidrieras. No obstante a lo cual entran a uno de sus negocios preferidos. Mientras hurgan entre remeras y pantalones escuchan las quejas desde los probadores, una voz entre gruesa y afinada, medio impostada, bien de locutora de radio anticuada a lo Tete Coutarot.

-Esto me queda enorme, siempre aludiendo a la discriminación de minorías, una verguenza de lugar, una tiene un problema de salud y ustedes se le burlan... no ven que soy chiquita, que la ropa no es para todos, iu ar crezi - hablaba una chica de estatura intermedia, con curvas voluminosas y exageradas por las calzas apretadas y el animal print, con un andar digno de titanic y una melena a los hairspray, las ve a las chicas y las reconoce al instante - Hola chiquis, ¿qué tal?

-Hola Lili, estás divina, ¿qué paso? ¿Otra vez la misma historia? - por alguna razón Liliana, de apellido Nana, se creía Enana...

-Siempre lo mismo Laurita, acá no hay reparos para la discriminación - se concían de la facultad, en verdad Liliana siempre estaba en la facultad aunque Laura nunca la había visto en una cátedra, era algo raro, porque en verdad nunca la había visto "dentro" de la facultad, siempre en al esquina, y siempre muy temprano en la mañana o muy tarde en la noche, era raro, Liliana era rara, pero querible, muy querible.

-Eso pasa, viste que con tal de cobrar más caros se hacen los exclusivos - otra rareza de la vida era cómo todos los comentarios que hacía Paula le caían mal a la gente, presten atención de acá en adelante.

-¡¿Exclusivos?! Vos siempre diciendo gomadas... nada de exclusividad, es exclusión lo que hacen acá, social excluseision - el inglés e Liliana no era muy buena, pero ella insistía - tendré que ir a la Eleven Republic, una shame total...

-¿Al once? - Paula no la había entendido muy bien y por ese pregunta, los idiomas no eran su fuerte - Ahh, claro, ahí conseguí todo de tu estilo.

-¿Siempre discriminando vos beibi? Se ve que envidias a las talle XS fatty... - un poco que la encara, Liliana es una mujer de armas tomar

-Si, ehh, la eleven republic total ami... andá que sino te cierra todo - Laura siempre tiene que salir a socorrer a su amiga que es como las palomas, "un aleteo, una cagada".

-Obvio ami, cuidense, see yiu.

La ven salir con ese andar exagerado. Se va sin saludar a los vendedores pero dirigiéndole una ​mirada intimidante (que Lili creería sexy) al novio de una clienta. Pau y lau se sienten un poco avergonzadas al haber estado hablando con Liliana asi que se van pidiendo disculpas con la cabeza.

Caminan mientras Paula le cuenta todo lo de la noche anterior. Cruzan la avenida y dirigen su caminar a la plaza, era un domingo digno de disfrutarse. Pasos más adelantes se chocan con una avalancha de palomas urbanas.

-Palomas de mierda - dice Paula mientras revolea las manos.

-Pero al menos no son tan maleducadas - contesta una señora con voz histérica, pollera larga y solera, muy emperifollada para ser un domingo a la tarde.

-¿Perdón?

-Ah, Lau... Pau, no las reconocí - su voz cambia y se torna angelical, su edad es curiosa, por su cuerpo es joven, pero su actitud le suma varias décadas - ¿cómo andan?

-¡Estefi! ¿Qué pasa con las palomas hoy? - mientras pregunta las palomas vuelven a enloquecer

-Es esta pendeja estúpida que no para de boludear, per me cacharía - entre el barullo de las palomas Lau reconoce a una joven vestida con ropas muy coloridas que se divierte correteando a las palomas gritando distintos nombres: Gero, Peu, Mica, Chaucha, Boby...

-¿Ella? - Laura la señala y Estefi recomponiéndose asiente con la cabeza - Pero si es Romi, al hija de la panadera, Glotilde, ¿no es amiga tuya ella?

-¿Glotilde?

-Sí, la esposa de Héctor

-Ah, sí, Héctor el rockero - Estefi responde y ríe picarona, enseguida se da cuenta que las chicas no entienden lo que dice y se recompone - Ehhh... digo... sí, Hector y Glotilde, pan, facturas, masitas, esta pendeja - se vuelve a sacar porque Rominita sigue jugando sola con las palomas - Ah, sí... ya la ubiqué - se dirige a Romi - Rominita... Disculpame... chiquita... nena... hey... pibita... chst.. a vos... ¡borrega! - al final ya gritando y totalmente sacada porque Romina no le hacía caso

-¿Me hablas a mi? - Romina contesta con una voz muy aflautada y desentendida

-Sí, a vos Romi, ¿cómo te va? - Laura sale en ayuda de Estefi que parece muy consternada con la nena.

-Hooooooola Lauuuuuu, ¿cóóóómo estááááás?

-Hoool...

-Hooooooola Lauuuuuu, ¿cóóóómo estááááás?

-Bien, pe...

-Hooooooola Lauuuuuu, ¿cóóóómo estááááás?

-Sí a vos chiquita - Estefi interrumpe exasperada por la extraña mania infantil de Romina - ¿Cómo te va? preciosa, todo lindo, hermoso, perfecto, ahora andate - Romi la mira con cara de pobrecita - va, ​va, va, va, fly, fush fush, abra kadabra y-ya-no-es-tás.

-Vamos Gero, Peu, Mica, Chaucha, Boby... - sigue nombrando gente mientras medio triste y medio llorando se va

-Sí, vayan todo en filita - Paula se le hace la simpática, le encantan los nenes

-¿Qué te pasa a vos nenita? - Romi le contesta con tono de voz grave que mete miedo - ¿Tenés algo para decir?

-Nooo, nada - una vez más Laura se mete a mitigar - Pau te estaba saludando, chau Ro, saludos a mami - Romi sigue enfadada - ¡Mirá! Peu cruza solo la calle - Eso ayuda a que Romi se distriga y salga en busca de su "amigo", cada uno saca sus propias conclusiones sobre lo que Romi ve y el resto no.

-Ay, gracias Lau, no la toleraba nadie más en esta plaza, tiene mucha energía esa nena

-Sí, es un poco... - Pau la quiere apoyar en el comentario pero Estefi la interrumpe

-Vos desubicada... podrías ser más educada, la nena tiene problemas, ¿no te das cuenta? No la podes burlar así como asi...

-Pero yo...

-Pero yo nada, indiscreta - vuelve a cambiar al tono dulce y simpático - bueno chicas, me voy yendo mejor porque el pochoclero ya termina su turno

-¿Perdón? ¿El pochoclero? No te la puedo creer... saliendo con el pochoclero, mirala a la bibliotecaria - Laura la carga, la conocen de la biblioteca del colegio y claramente Paula y Laura nunca fueron a ese lugar a "estudiar", aunque era un lugar divertido cuando no pasaba nada en los recreos.

-Pero ese señor está casado, ¿o no? - Paula mete el dedo donde no va nuevamente

-Ay nena, ¡qué desubicada! No te cansas de faltar el respeto, ¿no? Sí, el pochoclero está casado, yo lo decía porque me quedé sin pisingallo para las palomas...

Estefi se va y las chicas se alejan para que Paula le siga contando de la noche de anoche. Agarran una calle menos transitada y al rato vuelven a la peatonal atiborrada de adolescentes.

-¿Estos chicos no se aburren de estar todos los días vagando en la misma esquina? - Paula, la de los comentarios desubicados, vuelve a incurrir en el mismo error.

-¡Callate vieja amarga! - Claramente uno de los adolescentes la había escuchado.

-Mirá... Ricardo está trabajando, ¡qué temprano! - Laura lo dice señalando a un payaso en la otra esquina, la idea era distraer a su amiga para que no se ponga a discutir con un nene.

-¡Qué bueno! Al menos hace algo para darle de comer al pibe...

-¿Qué pibe Pau?

-El que tiene con Andrea, la de segundo

​-Nooo, nada que ver, no es ese Ricardo, este es el amigo de mi tío, el actor... ahora que pienso lo puede conocer a Pablo

-Bueno, qué se yo, con todo ese maquillaje de payaso vintage no lo reconocí

-Vamos a preguntarle - se acercan al payaso que por el momento está sin público, en un tono de susurro Laura le llama la atención - Hola Ricardo...

-Lauuu - contestar Ricardo también susurrando, estará mal maquillado pero era muy profesional y no le gustaba que los nenes lo pescaran distraído - pero mirá que grande estás - le da un abrazo demasiado cariñoso y cuando la suelta un poco le mancha el hombro con el maquillaje - Uhh, perdón, qué torpe - ríe con un jiji poco disfónico y cínico - ¿Qué andas haciendo por acá?

-Nada, lo de siempre, paseaba... y ya que te vi, quería preguntarte...

-Ohhh, tenés una amiguita - se dirgige a Paula y también le da un abrazado exageradamente cariñoso

-Hola Ricardo - Paula no habla en el susurro con que lo hacían Laura y Ricardo

-¿Cómo Ricardo? - el payaso se indigna y se fija que nadie haya escuchado - No ves que estoy laburando nena - para él había sido como que traten a Piñon Fijo de Fabián Gomez (los mate con el dato)

-Uh sí, perdonala Ricardo, es que ella no sabía - la mira a su amiga con cara de "Paula, ¿sos tarada? - Ya que estaba acá te quería preguntar si conocés a un tal Pablo, ¿lo conoces?

-Sí, Pablito, un chiquito de un cumple, era un poquito agresivo el nene, le gustaba patear cara de payasos al nene lindo - nuevamente ríe de manera siniestra - pero simpático igual, ¿le pasó algo? mirá que yo no fui.

-Nooo, yo te hablo de un Pablo actor, no sé, debe ser actor de comedia capaz

-Mmmm, Pablo no me suena, igual... - se lo pregunta intentando de no tratarla como una boluda - ¿no se te ocurrió preguntarle el apellido? - Laura piensa, intenta recordar su perfil de facebook pero "Boca Junior" no lo considera un apellido posible asi que niega con la cabeza - Entonces no creo... te pido mil disculpas Laurita, pero ahí vienen unos nenes, gracias por la compañía igual, si se de alguien te aviso

-Sí, no pasa, nada, gracias a vos por tu tiempo, le mando saludos al tío Roco de tu parte - Cuando se van llegan unos nenes que se le cuelgan de ambos brazons y gritan como indígenas.

Al dar la vuelta a la esquina ven que los niños tiraron a Ricardo al piso y lo amedrentan con pistolas de cebita. La amiga cambia de dirección repentinamente y se dirige al puesto de panchos.

-Pará, quiero un pancho - llegan al puestito - ¿vos querés? - Laura niega con la cabeza y Paula pide un pancho con mayo, mostaza y ketchup, un poco de papas y salsa de queso.

-Serían 10 pesos - Paula mete la mano en el bolsillo trasero y enseguida se pone lívida

-No puede ser, la plata... ¡no está!

-No te hagás la gila piba... yo te conozco... ya sé como sos, garpá.

​-Ay gor, te la olvidaste seguro... no sería la primera vez - el panchero le sonríe - yo te pago, no te preocupes - mete la mano en el bolsillo trasero y también lo siente vacío - ay, no puede ser, yo tampoco tengo la plata... qué horror, perdón, mil disculpas señor...

-Está bien flaca, por hoy invito yo...

-Ay, gracias, qué amable es señor - Laura le regala una mirada sexy, le guiña el ojo y lo deja contento. Apura a su amiga y se van casi corriendo.

El abrazo que les dio Ricardo le hace sospechar, pero no hace caso, apenas tenía esos $10 del pancho, la desgracia de Daniel El Ex es suficiente como para sumar un robo. Piensa, ve la imagen de quien antes fuera su novio de varios años y le cae una lágrima... No puede ser, el tema tenía que superarse, no podía mostrarse débil y menos en el centro... sencillamente no podía...

-Vamos a la juguetería, necesito hacer algo divertido...

La juguetería era el refugio de Laura. Cada vez que estaba triste o dolorida por cualquier situación iban a recorrer las góndolas que las transportaba a su niñez y las hacía sentir dos niñas, conectándolas con el sueño de ser barbies, besar a un kent y andar en el sheep rosa.

Cuando llegan a la puerta ven en la vidriera a dos jóvenes vestidos con enterito (él, con un enterito de jean, ella, con un enterito forrado en lentejuelas y tachas). En ese momento estaban haciendo un berrinche a los gritos, tirándose de los pelos y agrrándose las ropas, como dos nenes.

-¡Cortenla! ¡¿Qué te pasa Pedro?! ¡¿Qué hacen?! – Paula los separa un poco avergonzada, resulta que Pedro era su hermano y Cata, la chica con la que peleaba, era la mejor amiga, se conocían de la terapia grupal a la que ambos asistían por problemas de identificación con la edad - ¡Basta! No pueden hacer estos papelones, ya están grandes – los dos nenes, ya despeinados y desarreglados, se miran y empiezan a llorar y patalear – No, no, noooo – Paula se exaspera – Basta que llamo a la policía – Laura la mira incrédula a su amiga, Paulita había vuelto a hacer un comentario desafortunado.

-¿Qué decis? Nosotros no somos nenes – El que habla es Pedro que tiene aparentes problemas de dicción.

-Ahhh – Cata grita en un tono de voz demasiado agudo - ¿Así la vas a llamar? – Pedro y Cata estallan en carcajadas.

-¿Qué pasó chicos? ¿Por qué peleaban? – Laura nuevamente se mete para arreglar las macanas de Paulita, los nenes/jovenes empiezan a gritar al mismo tiempo intentando explicar lo que sucedió, que no queda para nada claro – Bueno, sí claro – rebusca en su bolso y encuentra la solución – Miren lo que tengo, ¡chupetines! – los nenes /jóvenes se lanzan a los chupetines y se calman - ¿Vamos a recorrer la juguetería? - todos aceptaron y entraron juntos en el palacio de Woody y Buzz Light Year.

Recorrieron la juguetería sin sobresaltos. A Paula no le gustaba mucho la idea, su hermano nunca terminaba un paseo sin hacerla pasar algún que otro papelón. Sus problemas eran variados y nunca se sabía bien como iba a reaccionar frente a cada situación. En el recorrido los nenes/jóvenes llenaron el changuito con 5 Bob Esponjas, 4 Ben10, 6 Barbies y 14 Kents.

-¿Por qué tantos Ben10 Catita? – Pregunta Laura.

-Porque se parece a mi novio – responde Cata

-¿Tenés novio? – Pregunta Paula

​-Sí, y hacemos chiquitiquitiqui – Seguido a esto Cata empieza a hacer ruidos muy extraños que llaman la atención de todos en el local, este es uno de sus ataques cotidianos asi que Pau y Lau no se sorprenden, lo que le sucede es un estado de “exitación” representada por gemidos y gritos sin un sentido en particular (no se crean que me dio un ataque de pedofilia o algo peor, Cata tiene 19 años, parece una niña, pero está lejos de serlo); las chicas esconden el changuito entre dos góndolas y se van sin mirar ni pedir disculpas – Apuuuuuu – así termina su ataque.

-Mirá que interesante, bueno… muy lindo el paseíto, vayamos que Pau nos espera en la esquina – Paula ya se había adelantado y había ido a parar un taxi.

A tres negocios de la juguetería hay una peluquería y cuando los tres pasan por la puerta justo sale uno de los barberos vestido en un ambo blanco, era pelado y con varios piercings en su rostro. Los mira con cara de maníaco, inclina la cabeza para mirarlos mejor, saca una mano del bolsillo en la que sostiene una navaja y la acerca a la nuca de Pedrito, saca la otra mano donde tiene pelos de barba recién rasurados y la apoya en la mejilla de Cata, Laura está aterrada como nunca lo estuvo en su vida.

-¡¡Hola Igor!! – Cata y Pedro lo saludan al unísono.

-Vamos, rápido – Laura los apura aún muerta del susto.

Entre las dos suben a los chicos al taxi, le dan la dirección al chofer y le prometen que en esa dirección le iban a pagar con una propina por las molestias.

-No haga caso si le piden ir a otro lugar, directo a la dirección que le dije por favor – cierra la puerta y la mira a Laura aliviada – Listo… se fueron – le nota la cara pálida a su amiga - ¿Y a vos que te dio? ¿Viste un fantasma?

-Creo que sí… el tipo de la peluquería

-Ahhh, sí, Igor, el compañero de terapia de las sesiones grupales de Pedro, un tierno.

-Sí, se le nota la ternura – Laura se calma al saber que alguien lo conoce y no era un fantasma de Scooby Doo.

​Siguen caminando para relajarse luego de todo el estrés vivido. Ven a Marisa, la psiquiatra de Pedro, Cata e Igor. Paula se la señala y le cuenta que es una copada y sobretodo muy graciosa, aunque un poco borracha, a la vez le promete que algún dia se la iba a presentar.

Siguen caminando y en la esquina LO VEN, LO VEN A ÉL, DANIEL, EL EX.

-Boluda… no te la puedo – dice Lau

-Creer – la completa Pau

-¿Qué hará por aca? Nunca viene solo al centro…

-Y menos a esta cuadra, ninguno de estos locales puede gustarle

-Pero a mi sí – Laura la mira ilusionada - ¿Me estará comprando algo?

-Pero no seas Ilusa, incrédula, parca, sosa, aburrida, tiesa…

-¡Se va! – Laura grita sin escuchar a su amiga

-¿Cebada? Nada de cebada sos una…

-Dije que ¡Se va! – vuelve a gritar – sigámoslo, veamos a donde va, dale, corré – Laura sale y su amiga la sigue no sin antes sacarse los tacos para poder correr sin caer.

Él es un rubio de buen porte y musculoso, vestido a la moda y lleno de marcas, parece recién bañado y perfumado. Es un chico que en apariencia es todo lo bello que un insulso puede ser. De repente frenan porque Daniel lo hace, se arregla el pelo y saca del bolsillo una rosa poco arreglada, hace lo que puede para embellecerla y en ese momento saluda a alguien con la mirada y espera a que se acerque. Se acerca una chica también rubia, bastante bonita, lo abraza, toma la rosa exagerando la sorpresa y lo besa con pasión en la boca.

​-¿Y esa… - Dice Lau

-Fea – Completa Pau

-No te la puedo creer…

-Lo odio – Grita Laura en un tono bastante alto, tanto que Daniel, el ex y la chica nueva las escuchan y se giran para verlas, ellas se dan vuelta justo para que no las reconozcan, Paula le muestra los tacos que tiene en las manos y ambas ríen.

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