18.6.09

Caída Libre

La libertad que libra pero que no quiere ser liberada. Hay un instinto de quedarse pero una intención profunda de dejarse caer. No se soporta el seguir buscando. El vértigo espanta los cuerpos. Se asocia para pelear en conjunto, resguardando los límites de la solidaridad. No hay condición fortuita o aleatoriedad. Estado de defensa total. El yelmo es el instinto de supervivencia. El escudo es la actitud. La espada que amenaza es el propio temor. Se demuestra fuerza para esconder debilidad.
Violencia. Sexo. Sexo violento. Violencia sexual. Todo se mezcla en un suspiro. El cachetazo se convirtió en caricia para debilitar las defensas. El atalaya de vigilancia cierra sus persianas y las puertas se abren al placer. Goce infernal, desesperado, precario. Es un momento de completo relax y apasionada desidia. Los cuerpos quieren llegar a sus límites. Pero en los límites es donde la cabeza se confunde. El libre albedrío es un cambio permanente de estados contrarios, que el cuerpo no teme pero la cabeza no comprende.
Las reticencias van desapareciendo. Cuando la violencia vuelve a aparecer lo hace con más fuerza. Más atacante, más animal. Cada vez le importa menos el otro. Si hay que aliarse para destruir al enemigo común nadie se va a negar. Así como nadie se negará a atacar a su antiguo socio. Efímeras sociedades que bregan por la supervivencia.
Algunos parecen guardar la decencia. La tranquilidad es el tesoro más preciado. Algunos lo entienden y tratan de regirse por el instinto social. ¿Hasta cuándo podrá esquivar los golpes?¿Hasta cuándo resistirá su decencia? Las fronteras se acortan. El juego social termina involucrando a todos. Es una ruleta rusa que esquiva el final trágico. La bala se dispara desatando la violencia. Como los casquillos de las balas, la situación disparada nunca volverá a su punto de origen.
No hay que hablar de círculos vicioso o caminos de ida, sino de escenarios. Violencia, sexo, sociedad, ciudad, ataque. El uno dispara al otro y el otro no es sin el uno. Nadie gana, nadie pierde. Si alguien se siente ganador ya llegará su momento de derrota. El sentirse todopoderoso es sinónimo de suicidio. Hay que mantener cuerpo y mente atento. Tensión insistente. La defensa es un sistema inmunológico que hay que reforzar, ya sea con la propia vitalidad o con la ajena. Toda vitalidad debe ser llevada a ese sector. Los trofeos pasados, las personas añoradas, la gloria olvidada ¿Alguna vez alcanza?
Comenzó el descontrol para nunca terminar. El esfuerzo por calmar los seres humanos devenidos en fieras es inútil. Las hienas se escaparon del zoológico social para nunca volver. Están incómodos, les duele, no quieren esto pero no lo pueden evitar. Es una adicción lesiva pero inevitable. Caída libre ya no es plano vertical. Caída libre en plano horizontal. Caída que hace chocar los cuerpos, machacar las actitudes y corromper los corazones.

Inspirado en Ciudad Violenta. Obra de danza contemporánea protagonizada por mis queridos Nestor y Loly. Bienvenidos a mi blog.

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