24.6.09

Bluff

Bufanda blanca, Cd de Mika, mochila y arranco el Peque (nombre simpático para el Chevrolet Corsa que sobre cuatro ruedas materializará el camino). Al principio, la calle era la que debía ser. La primera rotonda no fue ningún obstáculo. A la derecha la faculad de ciencias naturales, a la izquierda el Bosque. El fin del viaje: el puerto de Berisso. Una página lo publicita como uno de los lugares turísticos platenses.
A la izquierda el Bosque se convirtó en una sucesión de fábricas. A la derecha la nada hecha un grupo de árboles. No se superan los 60 km/h para que el viaje valiera la pena. El sol descansaba sobre la ventanilla del conductor cuando la copilota se embullía en un sobretodo, clásicas contradicciones del invierno indeciso del sur.
"Puerto Berisso 3 km". El cartel felicitaba el sentido de orientación de los turistas. La segunda rotonda fue el primer problema. Muchos carteles, flechas apuntando a la nada misma, publicidad política, plantas bregando por la poda. No era fácil ni para un nativo. Una vuelta, dos vualtas... Ahí!!! Puerto Berisso!
La calle 60 se convirtió en una ciudad carioca para dar la bienvenida a un caserío, que devendría en pueblo, para que luego se llegue a la ciudad.
Carteles del Sr. Bruera y la Sra. Kris sí… pero nunca un "Bienvenido a Berisso" moldeado sobre alguna clase de chapa... ¿para qué? Es obvio dónde se está y qué se puede hacer allí, ¿para qué satisfacer la imbérbida foto de dos jóvenes turistas? Indignados, aún esperanzados, llegó la tercera rotonda... otro problema, este de gravedad roja. En la primera vuelta una leída rápida de carteles, en la segunda se tomó la decisión y en la tercera se ejecutó la salida. ¿Era por ahí? La seguridad del conductor convence a la copilota que estaba imposibilitada en cambiar de radio.
Un paredón amarillo de lo más antipático impedía todo pasaje al interior de lo que parecía la zona portuaria. Grandes promotores turísticos los berissenses. Allá lejos se ve un poco de agua y algún que otro barco. Era obvio que estábamos en el camino correcto.
Las calles se empezaban a cortar, se hacían contramano, giros obligados. Se iba a donde las calles querían.
Como la esperanza de diversión es lo último que se pierde (incluso después de la "esperanza" en modo genérico), los amigos chascomunenses se conformaron con lo que había. Puerto de cerco y pasto, barcos de cuatro ruedas y charcos que parecían océanos. Perros que eran lobos, caballos... unicornios, montañas de arena... médanos, zanjas... ríos, gente... elfos, y así algunos mas.
Pero la llama de Dios se topó con la ráfaga de gas. Mágicamente apareció lo que alegraría el paseo dominguero: EL PUENTE GIRATORIO. Alrededor de este un edificio donde la lluvia era bajo el techo, unos perritos simpáticos y pulgosos, yuyos y arena. Cual Spiderman, el hombre de la pareja tomó coraje para treparse y poder conocer los andenes internos del puente color cáliz y óxido. Mientras, la mujer tomaba sol en un oasis playero en medio del puerto desierto.
Detrás del tesoro hecho puente había más por descubrir. Un camino pseudo-selvático llevó a los turistas convertidos en exploradores a una casa abandonada. "¡¡Cuidado!! ¡¡Alta tensión!!" invitaba a no trepar la escalera. Como buenos irreverentes no solo subieron las escaleras, sino que caminaron las barandas desvencijadas. Un baño al fondo del pasillo. Por el otro pasillo se llegaba a un camino hacia el más allá. Un puentecito móvil y bien finito dirigía a un grupo de barcos abandonados ¿Pero qué?... unas chispitas y ruido a estática espantó al aventurero. En un cuidadoso trote sin tocar la baranda abandonaron la casa para no volver. No volver porque una balsa se convirtió re-captó la atención. Cruzando un puente partido a la mitad, una escotilla. Abrirla llevaba al mundo Lost sin escalas.
Luego de un intento fallido de traspasar la casa, se dio por terminada la travesía. El Peque esperaba sobre sus cuatro ruedas para volver al departamento. La radio insistía en no tomar ningún Dial, por lo que debieron volver a rodar el disco de Mika. Una última idea: comprar facturas para merendar en el camino de vuelta. Panadería a mano izquierda, kiosko a derecha. Facturas y jugo de naranja, pregunta a un peatón y listo.
Que lindas eran las facturas. ¡Pero para! Acá dice que es Ensenada. Berisso terminó siendo un bluff… nunca fue lo que fue… el puerto nunca estuvo frente a los ojos… las rotondas fueron más engañosas de lo que parecían ¿Y la bufanda blanca? Caída en la cuneta llovida.

18.6.09

Caída Libre

La libertad que libra pero que no quiere ser liberada. Hay un instinto de quedarse pero una intención profunda de dejarse caer. No se soporta el seguir buscando. El vértigo espanta los cuerpos. Se asocia para pelear en conjunto, resguardando los límites de la solidaridad. No hay condición fortuita o aleatoriedad. Estado de defensa total. El yelmo es el instinto de supervivencia. El escudo es la actitud. La espada que amenaza es el propio temor. Se demuestra fuerza para esconder debilidad.
Violencia. Sexo. Sexo violento. Violencia sexual. Todo se mezcla en un suspiro. El cachetazo se convirtió en caricia para debilitar las defensas. El atalaya de vigilancia cierra sus persianas y las puertas se abren al placer. Goce infernal, desesperado, precario. Es un momento de completo relax y apasionada desidia. Los cuerpos quieren llegar a sus límites. Pero en los límites es donde la cabeza se confunde. El libre albedrío es un cambio permanente de estados contrarios, que el cuerpo no teme pero la cabeza no comprende.
Las reticencias van desapareciendo. Cuando la violencia vuelve a aparecer lo hace con más fuerza. Más atacante, más animal. Cada vez le importa menos el otro. Si hay que aliarse para destruir al enemigo común nadie se va a negar. Así como nadie se negará a atacar a su antiguo socio. Efímeras sociedades que bregan por la supervivencia.
Algunos parecen guardar la decencia. La tranquilidad es el tesoro más preciado. Algunos lo entienden y tratan de regirse por el instinto social. ¿Hasta cuándo podrá esquivar los golpes?¿Hasta cuándo resistirá su decencia? Las fronteras se acortan. El juego social termina involucrando a todos. Es una ruleta rusa que esquiva el final trágico. La bala se dispara desatando la violencia. Como los casquillos de las balas, la situación disparada nunca volverá a su punto de origen.
No hay que hablar de círculos vicioso o caminos de ida, sino de escenarios. Violencia, sexo, sociedad, ciudad, ataque. El uno dispara al otro y el otro no es sin el uno. Nadie gana, nadie pierde. Si alguien se siente ganador ya llegará su momento de derrota. El sentirse todopoderoso es sinónimo de suicidio. Hay que mantener cuerpo y mente atento. Tensión insistente. La defensa es un sistema inmunológico que hay que reforzar, ya sea con la propia vitalidad o con la ajena. Toda vitalidad debe ser llevada a ese sector. Los trofeos pasados, las personas añoradas, la gloria olvidada ¿Alguna vez alcanza?
Comenzó el descontrol para nunca terminar. El esfuerzo por calmar los seres humanos devenidos en fieras es inútil. Las hienas se escaparon del zoológico social para nunca volver. Están incómodos, les duele, no quieren esto pero no lo pueden evitar. Es una adicción lesiva pero inevitable. Caída libre ya no es plano vertical. Caída libre en plano horizontal. Caída que hace chocar los cuerpos, machacar las actitudes y corromper los corazones.

Inspirado en Ciudad Violenta. Obra de danza contemporánea protagonizada por mis queridos Nestor y Loly. Bienvenidos a mi blog.

16.6.09

Un analisis viejito

Para volver un poco al primer año de facultad... cuanto daria!!!

El discurso de la estabilidad
El modelo económico que estrenó Kirchner después de recibir la banda presidencial de las manos del accidentado período duhaldista se basa en un capitalismo nacionalista. Regido por normas conservaduristas y de reestructuración. Se plantea una democracia con un presidente que procura acaparar todos los aspectos. Un arma de doble filo que bien puede conducir al éxito peronista o al fracaso radical.
La estabilidad en el mercado externo es uno de los pilares de este nuevo período. Se busca mantener el dólar en un nivel alto para que las mercancías nacionales fluyan más allá de las fronteras. Un dólar acorde con la economía real del país y no sustentado con prestamos de organismos internacionales, quienes dominaron la escena menemista y luego la aliancista. Sin embargo, no pasa por alto a los consumidores internos que necesitan de políticas proteccionistas. El enfrentamiento con los sectores vacunos y algunos entredichos con productores agrícolas llevaron a la implementación de dichas normas.
Los organismos internacionales de crédito han jugado -y aún juegan- un rol importante en las políticas económicas. Un rasgo característico de la época duhaldista. Quizás pueda decirse que el actual dirigente peronista le encontró la solución: el pago del empréstito -más los intereses acumulados- al Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero la historia no es así de sencilla. Ese pago representa solo un porcentaje del monto que se conoce popularmente como "deuda externa". Lo que ha logrado Kirchner es frenar la presión política que significaba Estados Unidos a través del Fondo. Una institución que coartaba sus decisiones e imponía duras reformas. Sin embargo, aún esperan su reembolso países como España y Francia.
Esto no puede tratarse como un hecho aislado, ni mucho menos descoordinado. Lula Da Silva del otro lado de las cataratas hizo lo suyo. Saldó la misma deuda, que en cantidad era la mayor del mundo pero que no era de gran preocupación para la institución norteamericana (hay que tener en cuenta que Brasil es una de las diez economías más importantes del mundo). Esta no fue la única decisión que se tomó en conjunto con el país carioca. Ambos presidentes han tenido una comunicación muy fluida para consolidar la economía regional y resistir el imperialismo estadounidense. No están solos en esto. Tanto Uruguay como Paraguay y, últimamente, Venezuela mostraron simpatía por el bloque y se sumaron activamente. Es una de las políticas a largo plazo que más resuenan en el continente. Una situación que puede ser comparada a la que vivían poco tiempo atrás los países que hoy conforman la Unión Europea. Una meta que podrá alcanzarse si se logran resistir la presión Norteamericana para la conformación de su utópico proyecto de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El presidente hizo de lo suyo en el territorio nacional. Recibió un país que emergía de una crisis con resonancia mundial (no por influencia, sino por magnitud). Recién ahora parece estar retomando el rumbo. Preocupa la inflación, el porcentaje de pobres e indigentes y el precio de la canasta básica familiar.
Con respecto a lo primero las políticas son claras. Muchos supermercados tomaron una postura pro-gobierno y llevan a cabo acuerdos de regulación de precios y salarios. El dólar parece querer regular el sistema. El miedo social, el terror a volver a sufrir un período de hiper-inflación vuelve la situación más delicada.
El dato de la pobreza no es menor. Menos lo es el de la indigencia. Kirchner trabaja en esto con la ayuda de la ministra Micelli (economía) y del Ministerio de Acción social entre otros colaboradores. Esto demuestra la importancia y lo abarcativo del problema. Aún no se han conseguido grandes avances, debido a que el país tiene una economía que aún no se recupera del incencio que significó 2001.
El Índice de Desarrollo Humano realizado por una comisión de Naciones Unidas coloca a la Argentina en el puesto 37, es decir, que lo coloca como el país sudamericano en donde mejor se vive (teniendo muy cerca a Chile y lejos a Bolivia, que se mantiene fuera de los cien primeros). A pesar de esto la gente aún sale a las calles con sus cacerolas o con pecheras amarillas a cortar el tránsito de las calles y rutas. El gobierno aún se encuentra insatisfecho. Las medidas parecen encontrar un techo que no pueden superar. Lo que se logra en algunos meses se satura y obliga a retroceder sobre sí mismo. De esta forma ha pasado con los precios de la canasta básica, con el valor del dolar y con el porcentaje de inflación y obviamente con los sectores exportadores.
Se suma a esta problemática la actitud altanera del presidente. Pretende llevarse a todos por delante y tener todo bajo su supervisión. Plantea una democracia con gran dependencia en el presidente, que, como se dijo en el comienzo, puede derivar en algo análogo al éxito peronista, que tampoco fue la perfección total, o en el fracaso radical, que se comenzó con Alfonsín y terminó con De La Rúa quien pretendió ser le gran observador de las acciones gubernamentales y terminó en su casa viendo cómo otro terminaba lo que el nunca hubiese podido hacer.
Una situación oscura en la que muchos se ven agraciados por el avance y otros aún pelean por el pan de cada día. Un período donde aún siguen cicatrizando heridas pasadas y en donde poco se piensa en el futuro y menos en un futuro sin Kirchner. Sería adecuado a este punto parafrasear al periodista y escritor José Ignacio García Hamilton, quien dijo: "Estamos tomando el té en la cubierta del Titanic".

6.6.09

SUNED 01

Golpear para ser golpeado. Esas veces en que el "dar para recibir" se aplica a la violencia. Violencia física, psíquica, mental, a mi, a vos, a un tercero. A veces no se sabe de dónde deriva ni por dónde hay que canalizarla.
Pero hay algo que se sabe, hay algo que todos sabemos preservar, algo que necesitamos preservar, o algo a lo que nadie quiere resignar. Ese algo es la fachada. Contemplemos la bella puerta cancela, la bonita lámpara de exterior o las simétrica persianas para evadir lo que pasa adentro. ¿Para qué preocuparse por lo que pasa en el interior si por fuera parece bello?
Contemplar para no mirar, leer para no comprender. Una actitud mutua. Ni los del interior quieren mostrar, ni los del exterior quieren saber. Llevemos esto a nuestra cotidianidad más cercana: facebook. El libro de las caras ¿Había otra forma más literal de decirlo? Mis fotos en europa, mis fotos con amigos, mis test de personalidad, mis top 5 de bandas y programas... no hace falta aclarar.
Me lo creo, me lo hago sentir, me esfuerzo para que sea así. Y es una persona sola, desalmada, constreñida, sin fuerzas, a punto de disolverse aquella que mejor lo expresa. Ese desalme marca el pulso.
tuc... tuc... tuc... tuc...
El perseguido pasa a ser el que persigue. El traidor es traicionado. Se corretea y se acciona en un juego de cambios cíclicos. Se ayuda para beneficiarse ¿Cómo creer en el egoísmo cuando claramente se distinguen los bandos? Pero se siente. Nadie se puso una camiseta, cada uno brega por lo propio. Me involucro para sacar provecho, peleo para ganar más, destruyo por mi propia ambición.
Risas y banalidad repentina. ¿Nada pasa? ¿Todo está cool? Éxitos, aplausos, ovación. ¡Gracias, gracias! Por atrás alguien desaparece. Más aplausos. Ahogo, tortura, pelea. ¡Miren a las estrellas! No se puede salir, correr es un esfuerzo efímero. Sublime pirueta, increíble sentido del humor. Robarlo es imposible, pero es la solución a los problemas... ¿O la futura fuente de los mismos?
Tomo el control. Yo retengo el poder. Nadie me hace competencia, todo está bajo mi penetrante mirada. Controlo hasta el más ínfimo detalle... Pero... ¿No era una fachada?... ¿Error o Desánimo?