4.6.12

DANIEL, EL EX, UNA HISTORIA DE CONFLICTOS 2.0


Parte 8

The End

POR LA MAÑANA

Laura no había dormido bien, estaba muy nerviosa por la cita que la aguardaba. Eran recién las 6 am y ya estaba despierta pintando una mandala para aplacar los nervios. 6:30 am llamó a su amiga. Lau sabía a la perfección la rutina de Claudia y nunca se hubiese atrevido a molestarla antes de su ducha matinal.
-Todo bien… ¿Pasó algo?- Paula atendió muy preocupada.
-No ami, todo bien, estaba esperando que te duches- espera a que su amiga se recomponga del susto – Hoy me encuentro con él.
-¿Con Daniel?
-¿Qué Daniel?
-El Ex
-Noooo, nada que ver, me encuentro con Pablo, no doy más de los nervios amiga, tengo que contarte cómo fue todo, fue muy loco, yo le hablé, me animé y…
-¿Qué? Vos estás enferma amiga, estás mal de la cabeza, totalmente desquiciada – La interrumpió Clau – Mejor andá al baño, duchate tranquila, ponete mucho tapaojera y cuando estés en el cole me llamás y me contás mejor.
Laura se fue al baño. Cuando se miró al espejo se dio cuenta que su cara estaba mucho peor de lo que se hubiese imaginado. No obstante a lo cual la mueca de sonrisa seguía ahí, la felicidad no se había ido.
-Mamá, ¿me subís el café con leche?
Al rato la madre subió y vio que su hija estaba intentando salvar su estética y fue feliz. De repente un día su hija salía de su depresión. Sin consultar se puso a calentar la cera, planchar ropa, enchufar la planchita y desplegar el set de maquillaje completo. Laura salió del baño y lejos de enojarse agradeció a su madre asintiendo con la cabeza.

Pablo se levantó media hora tarde. También estaba nervioso y un poco escandalizado por la cita con Claudia (no olvidemos que para él seguía siendo “Claudia”, fan de boca y medio obscena para vestirse).
Bajó rápidamente a la cocina y su madre le había dejado café preparado, pero como se había dormido unos minutos ya estaba helado. Igual no se dio el gusto de desperdiciarlo y lo tomó a lo tequilazo sacudiendo la cabeza del asco.
Ya cambiado y con el bolso armado se preparó para salir de la casa. Cerró la puerta y… se dio cuenta que dejó las llaves adentro. Hizo dos pasos y… una baldosa le empapó las bocamangas. Respiró hondo y sin perder la calma ni la sonrisa siguió caminando rumbo a la parada.

7 am suena el despertador. 7:15 am sale de la ducha, se lava los dientes y baja a la cocina. 7:20 toma su café con leche y come dos tostadas con mermelada de frutilla. 7:30 am vuelve a la pieza y empieza el ritual: crema para la cara, cera para el pelo, un poco de planchita para el flequillo, empareja el afeitado, talco, perfume, depilación de ceja, perfume, colgate plax, medias, pantalón, camisa, perfume, saquito, perfume, peine, cinto, zapatos, perfume y listo.
Agarra sus llaves y deja escrito en un papel que llegaría tarde a la noche porque se encontraría a cenar con Dimitra.
Media hora después entra al local, un poco más de perfume, desodorante bucal y recibe a la primera clienta. Así Daniel, El Ex, afronta su día, con la sensación de que esa noche, todo podía cambiar.

POR LA TARDE

 -Ya son ocho treinta amiga, dale que no llegamos.
Desde que habían salido del trabajo Lau había pasado por la peluquería y la manicura, ahora estaban en el baño con los “últimos detalles”.
-Ya está, ¿Cómo estoy?
-Hermosa, definitivamente mejor que antes
-¿En qué vamos?
-Caminando, estamos a tres cuadras.
-Pero… ¿Y si transpiro? Viste que a mi se me dibuja la aureola enseguida.
-Tranquila, ya pensé en eso y traje otra remera por las dudas – Pau le guiña el ojo y la convence para que empiecen a caminar.
Salen del baño demasiado emperifolladas. Caminaron y a la primer cuadra admitieron que exageraron con los tacos. A la segunda cuadra asumieron que el escote y la mini era too much para un martes a las 9 de la noche. A la tercer cuadra se dieron cuenta que se habían pasado. Retrocedieron y llegaron a “Galería Centro”, una especie de centro comercial medio plaza donde abundaban los after office y gente de mediana edad.

Daniel, El Ex, cerró el local más tarde de lo planeado, su jefa le había pedido que haga unas horas extras, ya que era el primer martes del mes y las tarjetas daban muchos descuentos. Directo del local se dirigió a “Galería Centro”, una especie de centro comercial medio plaza donde abundaban los after office y gente de mediana edad.

Para Pablo la tarde había sido más bien tranquila. Salió de la oficina temprano y pasó por lo de un amigo para alardear de su futura cita. Luego de una breve charla se encomendaron a la versión de X-Box del Winning Eleven. El tiempo fluyó, la madre les llevó una rica merienda y los nenes se quedaron jugando varias horas sin parar.
-¡A comer! – gritó la madre desde la cocina.
-¡Mierda! – Dijo Pablo.
-Bueh, no tengo a Maru Botana de madre pero tampoco como mierda – le contestó su amigo
-No, no, es que son las nueves menos cinco, llego tarde, chau, me fui, pedile perdón a tu vieja.
Corrió a la parada y encontró al 133 esperándolo. Con suerte llegaría en menos de 20 minutos a la “Galería Centro”, una especie de centro comercial medio plaza donde abundaban los after office y gente de mediana edad.

-Bueno, ya estamos, ¿Dónde lo encontramos? – preguntó Paula.
-Ay, nosé, nunca aclaramos eso.
-Amiga, son unos navoletis.
-Igual todavía son menos diez.
-¡Nooooo! – dijo Paula anonada.
-Sí tonta, mirá el reloj – Lau le muestra el reloj.
-No, no, no te la puedo creer – Pau estaba en estado de crisis total
-¿Qué es tan sorpresivo nena? No es la primera vez que llegamos temprano a una cita.
-¿Qué vamos a hacer ahora?
-Ay nena, qué exagerada… no es para tanto, vamos a ver un poco de ropa, diez minutos se pasan de toque.
Paula le agarra el brazo y la hace caminar unos pasos a la rastra hasta llegar a la fuente, el lugar más concurrido de la galería.
-No, no vayamos a la fuente está llena de gente - dice Lau.
-No, callate, mirá – Pau le mueve violentamente la cabeza para que mire.
-Bueno nena, pará
-Pará vos y mirá
-¿Pero qué…
-Está Daniel
Pau acababa de pegar un grito demasiado fuerte llamando la atención de todos cuanto las rodeaban, incluyendo a él, Daniel, El Ex. Cruzaron sus miradas un instante y las chicas llenas de pudor se escondieron detrás de un chorro de agua. Daniel las reconoció y se acercó dando la vuelta a la fuente
-Corré, yo te cubro – Le dijo Pau a Lau que salió corriendo presa del pánico.
-Pau, ¿qué haces acá? – Le preguntó Daniel, El Ex, siempre seductor y de buena prestancia.
-Danieeeeeeel – Pau responde con exagerada simpatía.
- Qué casualidad, ¿qué haces sola por acá? ¿Esperando a alguien?
-Sí – Ríe para esconder los nervios – Y justo te ví y te llamé – vuelve a reír – para saludarte, hace tanto que no nos vemos ¿De cacería?
-Bueno, puede ser, ¿vos? ¿De cacería? – dice Daniel, imitándola
-Ay, siempre tan desubicado, yo estaba acá acompañando a… - enseguida se dio cuenta que casi deschava a su amiga y se vuelve a poner nerviosa, le sudan las manos – una amiga.
-¿A Lau?
-¿Quién? – Paula vuelve a gritar y llamar la atención, estar nerviosa no era algo que se le diera bien – Ni que fuera mi única amiga – imita risas.
-Casi
-Ah, pero estás hecho un cómico de la hostia ¿Con cuál de la lista te vas a ver hoy? ¿La rubia, la tetona, la morocho, la flaca?
-Nooo, nada que ver, tampoco para que me digas así, ni que me haya vuelto un gato desde…
-Desde que dejaste a Laura – Paula lo interrumpe increpándolo.
-Yo no dejé a nadie, ustedes nunca quisieron escuchar nada de lo que tenía para decirles.
-Entonces explicate – le exigió Paula
Daniel, El Ex, ve que se acerca una cabellera rubia con rostro ario y vestido sutilmente sexy. Al principio se deslumbró, pero enseguida se dio cuenta de que estaba en problemas, Paula no podía saber de Dimitra, Dimitra no podía conocer a Paula. Sin dudarlo agarró a Paula del brazo y la empujó entre medio de la gente.
-Caminá, yo te voy a explicar todo, vos seguime y no hagas contacto visual con nadie, ¿Ok?

Pablo sabía que llegaba tarde y que Laura era una obsesiva de la puntualidad. Ya habían hablado sobre el asunto, y ella le había llegado a decir: “Yo en la primer cita no espero más de diez minutos”. Y hoy, en la primera cita, Pablo estaba llegando 20 minutos tarde.
Empezó a cogotear a diestra y siniestra. No la encontraba por ningún lado. Ni en los bares, ni en la fuente, ni en los canteros, ni en la puerta del baño. De repente una loca desbocada se lo chocó de frente y lo saludó. Lo arrastró de la mano entre la muchedumbre. No paraba de hablar y taparse la cara con la mano o el pelo, por algún motivo Pablo no se animaba a soltarle la mano.
Primero pensó que lo estaban secuestrando, después q iba a ser víctima de un acoso. Incluso llegó a pensar que era una borracha desquiciada. Ya tenía marcado el 911 cuando:
-Vos… ¿Cómo andas? – le dijo la desconocida que resultó que Claudia.
-¿Clau?
-Mmm, no – Dijo Lau confundida - ¿Pablo?
-Sí… ¿Vos? – Pablo quedó aún más confundido, hubiese jurado que era Claudia, no porque se pareciera a las fotos del Facebook, sino por su forma de hablar.
-Yo soy Lau – ella muy segura de lo que decía.
-Perdón, es que estoy esperando a alguien y te confundí, si no te jode me voy yendo.
Y fue con esa frase que Lau cayó en la cuenta que para Pablo su nombre no era Laura sino Claudia, como en su cuenta trucha de Facebook, detalle que nunca se había animado a develarle.
-Sí… Pablis – rió falsamente – te estaba haciendo un chiste.
-No pensé que eras tan buena para los chistes – dijo Pablo entre risas.
-Sí, bueno… nada… bien… acá… viendo vidrieras… llegaste temprano – Laura apenas sabía lo que decía, entre la ansiedad de la primera cita y Daniel, El Ex, revoloteando por ahí sus nervios estaban de punta.
-Pero… son casi y media – dijo Pablo recalcando su propio error.
-Sí, bueno, casi, pero no son y media – dijo Lau confundiendo aún más a Pablo.
-Bueno, sí, siempre intento ser puntual, es una de las cosas más importantes, ¿no? – le dijo Pablo aprovechándo la confusión de Laura para quedar como un caballero.
-Estaba viendo esas heladeras, están divinas – dijo Laura para cambiar el tema - ¿Nos acercamos a verlas?
El plan era estar en un lugar seguro donde Daniel, El Ex, y su amiga Paula nunca se atrevieran a ir, podría decirse que ese era el único negocio del mundo al que ellos nunca entrarían.
-Hola, ¿Cómo andan los afortunados? – dijo un vendedor de fràvega
-¿Afortunados? – dijo Lau sorprendida – nooo, todavía no…
-¿Todavía no se casaron? Si quieren les puedo contar todos los beneficios de hacer la lista de casamiento en Fravega – dijo el vendedor imitando la voz y el cántico del señor de la publicidad.
-No, está bien, gracias – Pablo intercedió para que Laura no lo insulte – ella solo quiere ver unos electrodomésticos, cualquier cosa te llamamos, gracias igual.
-Odio a los vendedores – dijo Laura por lo bajo y se fueron a ver las heladeras – No es hermosa esta.
-Eso es un freezer Clau.
-Bueno, es lo mismo… parecido al menos – ambos rieron y se quedaron recorriendo Fravega y hablando de nada en particular, muy de primera cita.

-Y eso fue todo… no fue tanto como ustedes creían – concluyó Daniel, El Ex, quien le había contado toda la historia a Paula en pocos minutos.
-¿Vos me querés decir que fue toda una equivocación? ¿Qué ese test era para tu prima y “eso fue todo”? Te aviso que todavía hay muchas cosas que no quedan claras – le increpó Paula que no podía imaginárse cómo una relación tan fuerte se hubiese podido terminar por un episodio tan sonso.
-¿Qué cosas no quedan claras?
-Primer punto… ¿Cómo me explicas que la farmacéutica haya declarado que vos le hablaste de tu novia y de los nervios que tenían? – le preguntó Paula haciendo hincapié en la última palabra.
-¿Hablaron con la farmacéutica?
-Y mucho mas que eso Daniel, contestá.
-Bueno, no sé, creo que yo nunca dije eso, capaz la mina se confundió con otro cliente que sí le dijo eso, convengamos que a esa farmacia van muchas personas – Paula puso cara de pocos amigos – ehh… igual ponele que lo haya dicho, seguro fue producto de los nervios, no es normal comprar un evatest, es como cuando una hermana mayor manda al menor a comprar toallitas higiénicas, seguro que lo habrás hecho con el pobre de Pedrito vos.
-Eso te lo acepto, me acuerdo del pobre Pedrito preguntando por toallita hípicas, pobrecito, nunca entendió el nombre – Paula se acuerda de su hermano y se enternece, igual le quedaban muchas preguntas para Daniel, El Ex – ¿y cómo explicas los gastos en flores con la tarjeta?
-¿Me chusmearon el home banking?
-Y mucho mas que eso Daniel, contestá.
-Eran flores para mi prima, ya te conté, ella se hizo un test por semana hasta el tercer mes yo era el único que sabía y le llevaba flores para que le sea leve.
-¿Y el novio de ella? ¿Por qué nunca lo supo?
-¿Hablaron con el novio de mi prima? Eso ya es too much.
-Y mucho mas que eso Daniel, contestá.
-Okey, el novio de mi prima no lo supo hasta el tercer mes, cuando mi prima se lo contó el chavón agarró sus cosas y se fue con sus padres al sur – por detrás de Paula Daniel, El Ex, vio acercarse una cabellera rubia, ¡Peligro! - ¡Vení!
Daniel la agarró a Paula y la arrastró atrás de una columna cubriéndose bien las espaldas. Cuando creyó estar a salvo la vio a Dimitra saliendo por la puerta de atrás de un negocio. Volvió a arrastrar a Paula y la hizo entrar a un bar donde la gente estaba muy apretada.
-Bueno, suficiente con la escala de violencia, ¿Qué pasa?
-Perdona, es que…
-Te estás escondiendo de Dimitra, ¿verdad?
-¿También saben lo de Dimitra? ¡Por Dios!
-Y mucho mas que eso Daniel, contestá.
-Okey, sí, me escondo de ella, es que quería que hablemos, pero justo hoy me iba a encontrar con ella.
-¡Qué lindo vestido que trajo la yegua!
-¿Cómo sabes?
-Porque lo estoy viendo
-¿Dónde? – Daniel, El Ex, empezó a entrar en pánico, Paula era capaz de cualquier cosa con tal de destruirlo y verlo sufrir.
-Viniendo justo para acá, te das vuelta y te ve – obviamente que era mentira, pero Paula haría cualquier cosa con tal de ver sufrir a Daniel, El Ex.
-Escondeme, por favor te lo pido – le suplicó Daniel
-Okey, seguime y no mires para atrás.
Paula lo sacó por la otra puerta del bar y buscó un lugar estratégico para esconderse de Dimitra, y de Laura y Pablo si era posible. De repente se cruzó un Fravega y entró. Podría decirse que ese era el único negocio del mundo al que ellos nunca entrarían.

Por un lado Laura y Pablo viendo heladeras. Por otro lado Daniel y Paula escondiéndose entre televisores. El encuentro era inminente, pero nadie se lo esperaba. Laura y Paula creían tener el mejor plan para dejar a la otra tranquila.
-Cuidado que pasa la rubia – dijo Paula y se agacharon
-Sí, me encanta lo vintage, pero lo moderno también me va – le dijo Laura que remaba la conversación como podía para disimular los nervios.
-Cuidado con esa tele – Daniel le advirtió a Paula y la empujó para evitar un accidente, pero lo hizo con demasiado fuerza y la tiro al piso de bruses.
-Entonces podemos ir a la parte más tecno… a las teles por ejemplo – Dijo Pablo que ya se estaba aburriendo de dar vueltas por un frávega.
-Son un animal Daniel, ¡siempre violento! ¿Qué te pasa?
Paula se levantó indignada limpiándose la tierra del piso. Daniel intentó disculparse ayudándola a limpiar los pantalones. Paula corrió la cara refunfuñando y vio a su amiga Laura. Daniel le siguió la mirada y vio a Pablo, con completo desconocido. Laura vio a Daniel y su cara se paralizó en horror. Pablo vio a Daniel y lo odió por alguna razón. Paula vio a Pablo y lo señaló. Daniel vio a Laura, Laura vio a Daniel y al fin todo cambió.
-Ay, no, cuidado… agachate – gritaron Paula y Laura al unísono, agachando a Daniel y Pablo agresivamente.
Un vendedor se acercó preocupado. Habían estado siguiendo a Paula y Daniel con mucha intriga. Muchos de los vendedores habían hecho apuestas.
-¿Todo bien chicos? ¿Pasó algo? – frente a la pregunta del vendedor Laura y Paula se levantaron lentamente.
-Sí, todo bien, gracias – dijo Paula
-¿Otra vez vos? Chau, no pasa nada, no molestes – le dijo Laura al vendedor.
-No, creo que no pasa nada, no se preocupe, gracias – le dijo Pablo.
-Vos no te metas nene – le increpó Laura.
-¿Todavía no hay decidido nada para la lista? – dijo el vendedor que se empecinaba en quedarse.
-¿Lista? ¿Qué lista? – preguntó Paula.
-Lista de casamiento, si ustedes precisan también puedo comentarles los beneficios de hacerla en Frávega – insistió el vendedor a Paula y Daniel.
-Listo, ¡Te vas! – le gritó Laura.
-Pará Clau – la calmó Pablo
-¿Te casas? – preguntó Daniel que recién se levantaba del piso.
-¿Clau? – preguntó Paula confusa.
-¿Vos te casas?
-No
-Seguro que con esa rubia con la que me cagaste – le dijo Laura a los gritos.
-Yo no me caso, vos te casas
-No entiendo, ¿Quién es él Clau?
-Nadie
-Daniel
-¿Qué Daniel?
-El Ex
-Él no es ex
-Por qué no me decís la verdad
-Quiero más
-Tomatela y no vuelvas
-Vos me cagaste a mi
-Clau, no grites más
-Pará – gritó Paula por sobre todas las voces - ¿Quién es Clau?
Se hizo un silencio no muy cómodo que digamos. El griterío había alborotado todo el local haciendo que los clientes huyeras despavoridos. El vendedor seguía atento a la discusión y por nada del mundo se iría.
-Pido gancho, el que me toca es un chancho, ¿Qué está pasando acá Claudia? – Le preguntó Pablo que era el que menos entendía la situación
-¿Por qué te dice Claudia todo el tiempo Laura? – le preguntó directamente la amiga.
-Chicos, primero que nada, nadie dijo Claudia en ningún momento – Laura se quería hacer la relajada y desentendida - ¿Cómo andan?
-Ella es Claudia, no es Laura – dijo Pablo, quien recibió las miradas de pena de Daniel y Paula, él era el que estaba de más - ¿O sos Laura?
-Mira flaco, todo bien, pero ¿no te das cuenta? – le dijo Daniel
-¿Me cagaron, verdad? – preguntó Pablo
-Creo que sí, yo que vos me voy – le dijo Daniel que de verdad lo sentía por él.
-Está bien, creo que entendí un poco todo, Clau… Lau, o como mierda te llames, me voy – dijo Pablo y se fue, entristecido y cabizbajo, lo habían tratado como a un tonto y había sido una víctima de todo este escándalo.
-No, no digas eso, yo te voy a explicar – intentó decirle Laura
-No hay nada que explicar – Pablo se dio vuelta y se fue.
-Pau, porfa – Laura le rogó con la mirada y su amiga salió atrás de Pablo para intentar retenerlo.
-¿Algo para decirme a mi? – le dijo Daniel, una vez que quedaron solos.
-Creo que la que tiene que escuchar soy yo, ¿Te casas?
-Eso fue un invento de este perejil – dijo Daniel señalando al vendedor.
-Eh, amigo, ya está, te fuiste, ¿Qué haces aca? – Laura estaba totalmente enfurecida con el vendedor pero era una chica educada.
-Es que chicos… esto es un local – dijo el vendedor un poco apesadumbrado con la idea de que los tenía que echar y perderse la pelea – me temo que les tengo que pedir que se retiren.
-Todo bien, no pasa nada – Daniel dio la vuelta a la góndola – vamos – y le ofreció la mano
-Vos a mi no me das la mano – Lau estaba entre temerosa y en estado de shock, volvía a hablar con Daniel, El ex, luego de meses – puedo sola.
Una vez fuera del local empezaron a hablar. Laura le contó que estaba bien y que estaba intentando superar todo. Daniel intentó poco a poco contarle cómo había hecho fuerzas para superar la depresión y que ahora intentaba reconstruir su vida, pero que era muy difícil. Laura le preguntó por la rubia y Daniel no escatimó crueldad al contarle que era una chica con la que estaba saliendo y venía bastante en serio, aunque era una estudiante de intercambio y no sabía hasta cuando iba a durar toda esa fantasía.
-Al menos te ayudó a superarme
-Como a vos te ayudó ese tal Pablo, ¿o no?
-Nada que ver – Laura rió, toda esa situación le daba un poco de risa y los nervios no la dejaban hablar bien – O un poco, pero no sé.

-Entonces ella se llama Laura y ese pibe es un Ex que la tiene deprimida hace meses, pero… ¿Por qué tan deprimida? ¿Sigue enamorada? – Preguntó Pablo que se estaba enterando de boca de Paula.
-El chavón le metió los cuernos y embarazó a otra
-Uh, eso es muy jodido, ¿No te preocupa que ahora se estén matando?.
-Me preocupa más tu llanto – Pablo había llorado un poco, pero no del dolor sino de la vergüenza, laura lo había usado y luego expuesto, ya tenía más de 30 años, no estaba para esos juegos de adolescentes.
-No pasa nada, me da un poco de vergüenza todo esto, pero estoy bien, insito, ¿No te preocupa tu amiga?
-Un poco, ¿Me acompañas a ver si están bien?
-Si me contestas una pregunta
-Decime
-¿Qué pasó con la piba que dejó embarazada el chavón?
Pablo y Paula empezaron a hablar del asunto mientras iban en busca de los ex tortolitos para separarlos si se estaban matando.
De repente los vieron en la fuente hablando como dos personas civilizadas. Pero a pocos metros de ellos Paula divisó una cabellera rubia y sus nervios volvieron a paralizarla.
-Vos frená a esa rubia como sea, yo me encargo de estos dos – le ordenó Paula.

-Bueno, entonces estamos los dos bien… creo – le dijo Laura.
-Puede ser – contestó Daniel.
-Chicos… ¿Todo bien? – preguntó Pau que recién llegaba a su lado.
-Sí, todo bien
-Me alegro, tengo una situación… nada grave – intentó calmarlos Paula.
-¿Qué? – preguntó Daniel
-Dimi
-¿Dimi qué? – Preguntó Laura que no entendía el codigo
-Vamos para allá – Dijo Daniel que sí había entendido el codigo y quería evitar otra crisis.
-Hey – dijo Pablo un poco agitado, venía entrecorriendo para decirles algo – Ya está
-¿Ya está qué? – Preguntó Laura que ya se ponía molesta
-Nada Clau, me voy, todo bien, tu amiga es un amor y ya me explicó todo, me parece que tienen que hablar, una confusión no puede tapar el amor
-¿Qué confusión?
-El embarazo de la prima – Dijo Pablo a pesar de todas las señas que le estaba haciendo Paula para que se cayara
-¿Perdón? – Gritó Lau
-No grites Lau, yo te explico – dijo Daniel
-¿Perdón? – se escuchó otro grito
-te dije que no grites Lau.
-Ella no grita, yo grito, ¿Qué haces aca? – de repente habló la rubia totalmente indignada - ¿Quién es ella? Hace horas que te espero.
-¿Es ella? – preguntó Laura indignada.
-Sí, no sabía… perdón – se disculpó Daniel.
-Te vas a cagar – y Laura se fue.
-Dimitra, perdón, pero ella es mi ex y tengo que hablar con ella, yo se que no debes entender nada y te pido mil disculpas, pero… tengo que hablar con ella – Dicho esto Daniel recibió un cachetazo que iba a recordar el resto de su vida y la rubia desapareció para nunca más volver – Laura vení.
Daniel fue a correr a Laura dejando a Paula y Pablo a solas.
-Flaco, te dije que la hicieras desaparecer.
-Y Laura me dijo que era Claudia – Pablo dijo orgullosamente, esa había sido su pequeña venganza para Laura, Paula un poco rió, su amiga se lo merecía.

Daniel la agarró a Laura del brazo, le pidió disulpas con los ojos, estaba arrepentido y avergonzado, la amaba y no entendía por qué estaba haciendo todo mal. Su mundo se desmoronaba otra vez. Caminaba sobre lodo y se enterraba cada segundo más. Dijo lo más sincero que se le ocurrió.
-Perdón, yo no fui.
-¿Y quién fue Daniel? – preguntó Laura que estaba llorando hacía rato.
-Fueron las situaciones, el test de embarazo era para mi prima que está a punto de parir, la rubia nunca me importó, solo la usé para…
-¿sexo?
-Puede ser… ya no sé que más decirte – Daniel estaba realmente triste, Laura nunca lo había visto así, se lo notaba realmente arrepentido.
-Decime algo de verdad, una verdad después de tanto tiempo.
Daniel pensó en todo lo que había pasado en los últimos meses. Había sentido que su vida perdía sentido, que nada se iba a comparar con Laura, que lo único que valía la pena se había ido. El sol ya no lo calentaba, el frío no lo lastimaba, las lagrimas salían secas, su cara no tenía el mismo brillo, todo lo que hacía era vacío, se había olvidado el sonido de su risa. Todo lo comparaba con ella, todo hubiese sido bueno si estaba ella. Le hacía falta, había un hueco, algo no encajaba, un olvido, un lapsus, una pausa, un espacio vacío. Y dijo lo único que se le vino a la cabeza.
-Te extraño.
Y se fundieron en un beso de perdón. La tormenta dejó de acosarlos, volvieron a ser la Laura y el Daniel que conocían. Mientras sucedía el beso recuperaban su brillo, su sonrisa… su vida.
-Siempre tuvo que ser así – dijo Paula quien perdía una lágrima por el costado izquierdo.
-No me cabe ninguna duda – dijo Pablo que también se sensibilizó y disimuladamente se secó una lágrima – Dejémoslo solos, ¿tomamos algo?
-Sería un placer.
Y de repente una cita que podría terminar en algo más, de repente un amor que se recuperaba.
DE REPENTE DANIEL DEJABA DE SER “EL EX”.

FIN

21.5.12

DANIEL, EL EX, UNA HISTORIA DE CONFLICTOS 2.0


Parte 8
La cita
Laura estaba triste pero segura de lo que tenía que hacer, de la charla con Machi había llegado a algunas conclusiones. Era lunes y habían pasado algunos días desde la contada sesión. Ni Daniel, El Ex, ni Pablo habían demostrado algún interés en ella. Como dijera Machi, Lau tenía que ser la que dé el nuevo paso, ellos ya la habían dejado y superado, no iban a volver por la simple ley de gravedad sexual, no iba a ser tan sencillo.
-No mamá, no quiero comer – le pegó una grito a su madre que hacía rato la llamaba para la cena.
-No estés tanto en la computadora, te va a hacer mal.
-Vos me haces mal mamá… callate – y sí, la madre seguía siendo el blanco de su bronca.
De repente un círculo verde apareció al lado de “Pablo Boja Junior” en el chat de Factbook, y eso fue suficiente para que Lau deje de escuchar a su madre sermoneándola desde la cocina. Un sencillo círculo verde le dibujó una sonrisa, volvía a sonreír, sus músculos faciales parecían entumecidos y se movían lentamente.
Antes de animarse a escribirle decidió entrar al muro. Entró y se dio cuenta que todo estaba igual que la última vez (algunos minutos atrás), ninguna foto o frase que demostrase estar con la novia o con alguien más importante que ella (entiendase: un amigo, la familia, el perro, la tele, un té). Pero de repente vio algo que no había visto antes, una foto en la que había sido etiquetado. Una foto de él con varios de sus amigos, a la mayoría los había ubicado y agregado a Facebook para seguirle todos los pasos, pero entre toda esa masa de testosterona algo desentonaba, y eso que desentonaba estaba sujeto a la mano de Pablito.
Era… era… era… Una mujer... una mujer abrazada al brazo de Pablo. La furia le fue tomando todo el cuerpo, inhabló y exhaló, la bronca fue subiendo por su garganta, movió bruscamente el cuello hasta hacerlo sonar, la bronca le llego a su cabeza y empezó a afiebrarse, estiró los brazos con fuerza pero la bronca no pudo ser contenida y un grito llenó toda la casa.
- ¿Estás bien hijita? – La madre se preocupó y el padre había apagado el tele, Laura solo respondió con un portazo – Está bien, no se preocupen, sigan con el partido – y así fue, el padre y el hermano de Lau siguieron viendo el partido y la madre se puso a limpiar el plato que se le había caído del susto.
-Yo le hablo, de frente, como buena mujer que soy.
Y así fue, le habló sin dudarlo e intentando aplacar sus nervios:
Claudia Bocaaaa dice: Hola, ¿Cómo andas?
Uhh, volvió la loca. Desde aquel episodio un tanto ridículo en el que Paula se había ofendido por algo que él nunca había dicho, Pablo la había entendido como una histérica y se dijo no volver a hablarle nunca más, no importaba la escasez de mujeres, él sabía que estas hembras desequilibradas no paraban hasta no desequilibrar al macho, biología básica. Ya bastante se había bancado las frases obvias publicadas por Paula, al estilo: “enfrentémoslo, somos diferentes, pero se puede”, “Somos tontos, pero los dos sentimos amor profundo”; o los enlaces a videos de youtube también evidentes como: “Positiva, todo muy bien”, “Ciego, Sordo, Muda”. Nuestro Pablo no es boludo y se dio cuenta de todas estas “indirectas”, pero como hacía mucho que una mina no le daba bola no se pudo dar el lujo de eliminarla, uno nunca sabe cómo terminan las cosas… y no por esto van a decir que los pibes son histéricos.
Pablo Boca Junior dice: Hola, todo bien, ¿vos?
Claudia Bocaaaa dice: Bien bien, quería decirte que está todo bien, por lo de la otra vez lo digo, no fue nada, que se yo, enloquecí, pero todo bien.
Pablo Boca Junior dice: Ok, no pasa nada, ¿Qué se cuenta?
Claudia Bocaaaa dice: Quería preguntarte otra cosa… algo más importante
Pablo Boca Junior dice: Me podés preguntar lo que quieras – Uhh, ya empezó de vuelta con giladas, jode mucho y a la mierda, la elimino.
Claudia Bocaaaa dice: Me enteré…
Pablo Boca Junior dice: ¿Qué?
Claudia Bocaaaa dice: Me contaron
Pablo Boca Junior dice: ¿Qué?
Claudia Bocaaaa dice: Me llegó el comentario
Pablo Boca Junior dice: ¿Qué?
Claudia Bocaaaa dice: En verdad una amiga me dijo…
Pablo Boca Junior dice: ¿Qué?
Claudia Bocaaaa dice: ¿Me vas a dejar de interrumpir?
Pedro: Sí, perdón – Ya piró la piba – pero decímelo de una vez por favor, me pones nervioso.
Claudia Bocaaaa dice: Me llegó el comentario de que… - ¿Se lo digo o no se lo digo?... bueno, ya fue, ¡Fuerza Lau! – que no estás solo
Pablo Boca Junior dice: No – Yo le digo al verdad, a ver si la loca después flashea que mi mamà es mi novia y no me da más bola.
Claudia Bocaaaa dice: ¡¡¡Perdón!!!!!!!!!!!! – Indignada, era la respuesta menos esperada, hubiese habido mil maneras de decirlo, pero esta era la más cruel, tan cruel que ni lo hubiese veído venir.
Pablo Boca Junior dice: Sí, no te lo quise decir porque… me daba vergüenza
Claudia Bocaaaa dice: ¿Vergüenza? – No entiendo
Pablo Boca Junior dice: y si… es que me cuesta decirlo, y en verdad todavía no puedo hacer nada para dejarla, o sea, para irme solo, es bastante complicado, quizás no lo entiendas, pero es complicado estar solo hoy día…
Claudia Bocaaaa dice: Primero que nada quiero decirte que no es tan difícil, cuando las cosas llegan a este extremo uno tiene que hacer lo que tiene que hacer… pero ¿ella sabe de mí, sabe que nosotros hablamos?
Pablo Boca Junior dice: Noooo, ella no sabe nada de mi vida privada, compartimos casi todo pero respetamos muchos nuestras intimidades, imaginate que ella tampoco me cuenta nada de su vida, nos llevamos muy bien pero no somos amigos.
Claudia Bocaaaa dice: pero no entiendo… ella… ella debe ser… muy especial – Estoy hablando bien de su novia, soy una imbécil, así no se compite.
Pablo Boca Junior dice: Sí, es una de las personas más especiales que conocí, me vio crecer, sabe todo de mi, jaja.
Claudia Bocaaaa dice: Pero yo pensé que entre nosotros…
Pablo Boca Junior dice: ¿Pasaba algo? Siiii, obvio que pasa algo, algo lindo, vos sos muy linda conmigo, pero me cuesta muco separarme, no sé si alguna vez te pasó.
Claudia Bocaaaa dice: ¿Hace cuánto se conocen?
Pablo Boca Junior dice: De toda la vida, jajaja… ya intenté una vez pero no pude, no me dio para estar solo
Claudia Bocaaaa dice: Sí, lo entiendo, es difícil estar solo, pero…
Pablo Boca Junior dice: Solo y caro
Claudia Bocaaaa dice: ¿Cómo se llama? – No entiendo por qué dijo “Caro”, ¿estará casado? Me muero si está casado, juro que ubico a la esposa y le cuento todo
Pablo Boca Junior dice: Carmela
Claudia Bocaaaa dice: ¿Y tienen hijos?
Pablo Boca Junior dice: Ehh… me tiene a mi, jeje, pero no tengo hermanos
Claudia Bocaaaa dice: ¿Qué? ¿Salis con tu vieja?
Pablo Boca Junior dice: ¿Vos te drogas? – Sabía que esta loca de mierda iba a flashear con eso, no tiene remedio – Nada que ver, yo VIVO con mi mamá, de eso te estaba hablando, eso es lo que me da vergüenza
Laura empezó a sentir una especie de alivio, un cosquilleo que empezó a relajarle todo el cuerpo que hacía tanto no podía descontracturar. Sintió que las piernas se le aflojaban, la panza volvía a sentir hambre, sus manos temblaban, su cara se empezó a modificar y lentamente empezó a estallar en una carcajada, una risa que le tomó todo su rostro. La felicidad volvía a embriagarla, se paró y se reconoció feliz, se paró, agitó los brazos, empezó a saltar, sumó la voz… y de repente se encontró haciendo pogo en medio de su pieza, sola con su felicidad.
-Estás bien Lau? – la madre la devolvió al mundo.
-Sí ma, no te preocupes, en un rato bajo a comer, ¿quedó algo? – la felicidad le había devuelto las necesidades fisiológicas y de repente sentía hambre y ganas de ir al baño.
Pablo Boca Junior dice: Estás?
Claudia Bocaaaa dice: Sí, si, si, acá estoy, jajaja, estaba – No puedo decirle que estaba festejando – Me estaba riendo, jajaa, yo pensé que estabas en pareja, por eso estaba enojada, perdón, ahora la que tiene vergüenza soy yo.
Pablo Boca Junior dice: Noooo, no podría estar en pareja, no podría jugar a dos puntas, no soy tan caradura, jaja… Yo te aprecio
Claudia Bocaaaa dice: Sí, lo se, pero me… mentís
Pablo Boca Junior dice: Nooo, solo te oculté, si te mentía te hubiese dicho que… sos inteligente, jaja
Claudia Bocaaaa dice: Jaja, tenés razón – Lau no había prestado mucha atención a lo que había dicho, casi ni lo había entendido.
Pablo Boca Junior dice: Te quiero…
Claudia Bocaaaa dice: Pero si todavía no me conoces…
Pablo Boca Junior dice: Te quiero… conocer, eso quería decir, pero me interrumpiste – Locaaaaa, calmaaate.
Claudia Bocaaaa dice: Ahh, eso, jeje, sisis, dale, me gustaría ¿El finde?
Pablo Boca Junior dice: ¿Mañana?
Claudia Bocaaaa dice: ¿Hoy?
Pablo Boca Junior dice: ¿Hoy? Pero es tarde
Claudia Bocaaaa dice: No, pedón, jajaja – Me cebé
Pablo Boca Junior dice: Jaja, no pasa nada loquita… mejor mañana entonces, ¿no?
Claudia Bocaaaa dice: Que sea a las 9 en el centro
Pablo Boca Junior dice: Ahí nos vemos
Claudia Bocaaaa dice: Beso
Se desconectó y ahí termino la historia para Pablo, pero para ella no, ella había recuperado la felicidad y siguió sonriendo hasta que el sueño la agobió, otra de las necesidades fisiológicas que había recuperado. Feliz.

18.5.12

DANIEL, EL EX, UNA HISTORIA DE CONFLICTOS 2.0


Parte 7
Homenaje 2: "La psiquiatra"
Ya habían pasado un par de días desde que Lau había contestado mal a Pablo. Todavía no se animaba a hablarle. Un pequeño drama al que se le sumaba la separación con Daniel, El Ex y al episodio de la Suiza. Todo iba de mal en peor, hasta que un día en la casa de Pau se cruzó con Pedro, el hermano de Pau, quien le dijo:
-¿Qué te pasa Lau?
A partir de esa pregunta fueron dos horas de desahogo en las que Pedro se enteró de todo. Le contó todo desde que se conoció con Daniel, El Ex, hasta que hacía unos días se había enterado que tanto Daniel, El Ex, como Pablo la habían cambiado por otra.
-Y eso es todo, ahora hablá vos - Lau estaba agitada, había contado todo muy deprisa y casi sin respirar, pero Pedro no le decía nada y eso la desesperaba. - ¿Qué estuviste escribiendo? – si aunque parezca mentira Pedro había estado tomando notas, en apariencia.
- Para mí tenes que hablar con Machi - luego de eso le mostró la hoja, era un dibujo muy mal hecho de ella en un raro formato parecido a bob esponja y golpeada por algo que se parecía a una estrella de mar... tan raro que Lau temió preguntar.
Más tarde Paula le explicó que Marisa era la psiquiatra que asistía a Pedro desde los 5 años. A pesar de las advertencias de Pau, Lau creyó que podía ser la solución.
Y acá estaba, en el estudio de “Machi”. Un estudio lleno de muebles de mimbre y una radio vieja que sintonizaba "Radio Continental".
-¿Entendes Machi?
-Marisa - la psiquiatra se cansaba de correjirla, pero Lau no parecía escucharla, todavía estaba en la etapa de desahogo.
-No puedo retener a los hombres en mi vida y todos se van con otras.
-Sí, te entiendo, pongámonos a pensar en esta situación - toma un trago de su "jugo de manzana" - ¿Cómo es tu relación con tu mamá?
-Normal.
-Bueno... indudablemente ella tiene la culpa - toma otro trago y lanza un provechito con el que Lau creyó que iba a devolver el almuerzo, pero Machi se recompuso - Pero quedate tranquila… a mi me pasó lo mismo, la relación con mi madre me marcó el resto de mi vida con los hombres, ella me dominaba y quería que hiciese lo que ella quería.
-Sí, la mía también. De chica me obligó a hacer danza... creo - Lau no estaba muy convencida de lo que estaba diciendo, pero con la seguridad y el tono hipnótico de la voz de Machi no se pudo resistir a darle la razón.
-Tal cual, a mi también, y era muy buena... hasta me llamaron del Colón, bailaba en las puntas como nadie, me decían la ballerina, ¡Mira! - Machi intentó pararse para mostrarle y casi cae desplomada, Lau se quiso levantar para ayudarla y casi cae por una pata desvecijada - cuidado nena con la silla, entre Pedro y Cata me están destrozando el lugar - Machi se deja caer sin mostrarle cómo era que bailaba... por suerte.
​-Sí, pero... ¿Usted está bien? Casi se cae
-Nooo, para nada, estoy perfecta - le da otro trago al jugo - y contame más... ¿La ralación con tu papá?
-Bien... mis papás están separados, pero...
-Ohhh, a mi me pasó lo mismo - desde que había empezado la sesión esta frase había sido repetida más de 10 veces… raro - Mis papás se separaron y yo sufrí mucho, ¿sabes algo corazón?
-¿Qué?
-Lo que te sucede se llama "relaciones dolosas agravadas por el vínculo" - Lau se sorprende, las palabras le son conocidas pero no cree relacionarlas con la psicología, le parecen más de la sección policial del diario - Y esto te lleva a no poder tener hombres en tu vida.
-¿Y qué puedo hacer?
-Si bien a mi me pasó lo mismo, prefiero contarte el caso de otra paciente - Lau cree que esto desobedece un par de incisos del juramento hipocrático pero no se anima a contradecirla - se llama Estefanía, es una chica de bien, bibliotecaria de profesión y con la cara un poco hecha bosta - Lau no le dice que la conoce porque ahora quiere saber todo - ella es un poco bicha, o sea, es buena, pero en el fondo tiene mucha maldad, por lo que su pasatiempo favorito es salir con los maridos de sus amigas…tarde o temprano sus amistades se dan cuenta y entonces se pelean.
-Pero... ¿eso qué tiene que ver con mi historia Machi?
-Pará nena, ya voy a llegar, si no me dejas seguir no te puedo tratar... y me llamo Marisa, no es dificil - la psiquiatra ve que su vaso está vacío, se agacha metiéndose debajo de su escritorio para reaparecer con el vaso lleno y dando un par de tumbos - perdón, no te convide, ¿querés?
-Nooo, gracias - cada vez que Machi toma de ese vaso pone caras desagradables, por lo que Lau llega a la conclución de que no debe ser muy rico lo que toma.
-Bueno, sigo... esta chica había tenido relaciones complicadas con su familia, así como vos... y como consecuencia sufrió de lo que denomino "relaciones tóxicas", algo parecido a lo que me pasó a mí, solo que yo no era tan garca, pero no importa.
-Pero yo no hago esas cosas.
-Nooo, a vos te pasa al revés... en vez de ser la bicha que caga a las amigas, sos la boluda a la que cagan.
-Tenes razón - Lau se acongoja un poco - ¿Y qué puedo hacer?
-Mirá... para la boludez no hay cura, pero sos linda y joven así que no te queda otra que citarlo a hablar y reconquistarlo.
-Pero... no va a dejar a la otra por mí.
​-Tenés razón, porque vas a seguir siendo la cornuda – Machi se tomaba muy en serio lo que decía, y de tan en serio q se lo tomaba Lau le estaba empezando a creer - entonces vamos a usar una de las leyes más antiguas de la humanidad... la Lay del Talión, la de “ojo por ojo, chauchas por chauchas”,  una vez que lo volviste a conquistar te buscas un amante, lo más obvio sería usar a ese tal Daniel, El Ex, como novio oficial y usar al otro de amante, de esta forma vos los podes dejar salir con otras con la tranquilidad de que como vos haces lo mismo están en igualdad de condiciones, no hay reproches posibles, no hay excusa para discutir y menos para "cortar" - usa las comillas, Machi es de otra época, una época muy lejana según muestran las arrugas de su rostro - ¿Entendés? Jajajaj
Machi empieza a reír de una manera muy extraña, muy a lo bruja de película barata. A Laura le da miedo, empieza a agarrar sus cosas, se dirige a la puerta. Machi se levanta a último momento y camina entre tumbos hasta la puerta de entrada, intenta agarrar las llaves con mucha dificultad y luego de varios intentos con el picaporte, le abre la puerta.
-Gracias Machi... voy a pensar en lo que me dijiste.
-Me llamo Marisa pendeja boluda.
Esas fueron sus últimas palabras. Marisa cayó rendida en el sillón de pacientes, la estruendosa caída le demostró a Lau que la pata vencida que casi la hace caer no era culpa de Pedrito y Catita y que el jugo que tomaba Machi durante la sesión estaba lejos de ser saludable. Sin dudarlo dejó los $20 de la sesión y se fue lo más rápido que pudo. Tendría que haberle llamado una ambulancia, pensó.

24.4.12

DANIEL, EL EX, UNA HISTORIA DE CONFLICTOS 2.0

PARTE 6​

Lo que piensa tu amiga

Mi amiga es una histérica, pareciera que nada ni nadie le cae bien. Tiene todo lo que puede pedirse: es linda, simpática, buena gente, querida, deseada, anhelada, calientapabas, encarada. Ya tuvo varios novios, pero siempre se pelea por cuestión de celos o por planteos deterministas como "el football o yo", nunca te negocia nada, es "el mundo o ella", y a veces la muuuuy yegua hace que la elijan a ella. Ha salido con deportistas, artistas, estudiantes, profesionales, empresarios, padres, abuelos, amebas y drogadictos, pero con ninguno le ha funcionado. No obstante a ello con Daniel, El Ex todo iba a ser diferente. ¿Acaso quieren saber cómo fue lo de Daniel El Ex? Bueno, cuento.

Resulta que se conocieron en el Colegio, eran los dos escoltas de la bandera de ceremonias, eran los más inteligentes del curso, eran Carls Einstein y Mamá Bouvary. Entre acto y acto del Colegio se fueron conociendo, amigando... enamorando. Rápidamente se convirtieron en los tortolitos nerds más famosos de la escuela. Uno le sacaba la raíz cuadrada y el otro le daba la potencia, uno le hacía el ácido y el otro se lo sulfataba, hasta hacían las pruebas de a dos (bueno, sí, admito, en estos casos los profesores solían llamarles la atención, pero como solían ser los preferidos nunca eran castigados).

No voy a decir que durante esos tiempos yo no me sentí dejada, abadonada y hasta relegada. Como toda persona a la que dejan de lado sin piedad. De repente se olvidó de todo lo que vivimos juntas para irse con una persona que recién conocía, esa persona que de repente empezó a ocupar mi lugar. ¿Me van a decir que nunca les pasó? Y seguro que en ese momento dijeron: "Si ella es feliz yo soy feliz"... jajaja, hipócritas.

Para que se den una idea les cuento una anécdota: era 25 de mayo y estábamos realizando la celebración del acto patrio. Cuando entró la bandera de ceremonia ellos iban como primer y segundo escolta, uno al lado del otro bien vestidos, perfumados y con el toque de maquillaje perfecto. Y fue en esa situación que se confundieron, se tomaron la mano y creyeron estar camino al altar para hacer el intercambio de sortijas... era una boda perfecta, se veía tan real y apasionante, el colegio entero rompio en un suspiro, fue tan, tan, tan... patético, que al rato comenzaron los murmullos, la risa y los gritos de la directora.

Terminado el colegio empezaron la misma facultad: Diseño de Indumentaria. Muchos creímos que no era LA carrera para gente tan capaz como ellos, pero con el tiempo nos demostraron que habían nacido para diseñar. Yo los imaginaba como la versión heterosexual de Dolce & Gabbana. Él hacía la ropa de mujer y ella la ropa de hombre; y fue justo ese detalle lo que no fue funcional a la pareja. Cuando empezaron las materias prácticas empezaron los planteos: "Le hiciste la misma pollera que a mi", "Se lo hiciste con el bulto apretado", "Le remarcaste la cola", "Le pediste que se saque la pulsera", "Le pediste que se corra", "Le dijiste gracias"... En fin, como verán los planteos fueron cada vez más ridículos, pero las discuciones eran aún más fuertes y duraderas.

A pesar de ello siguieron siendo felices y empachándose con perdices hasta que llegó el Día D. Fue un día de lluvia, ella venía de la depiladora en colectivo, se había tomado el 114 como siempre, él la iba a estar esperando en la parada. Todo estaba planeado a la perfección, solo una cosa podía fallar... y falló, Laura no se hizo las axilas y salió unos minutos antes, los minutos suficientes para verlo a él salir de una farmacia con... ¡un test de embarazo! Nunca se bajó del colectivo y desde ese día que los rincones húmedos son su lugar favorito.

Así es la historia de Laura contada por Paula, ahora veremos cómo logra Lau ordenar sus prioridades! Daniel o Pablo?